CURSOS DE REIKI en Madrid

Una sesión de Reiki viene a durar unos 45 minutos a algo más de una hora, dependiendo del terapeuta y de las circunstancias del paciente.

 

Nuestros tratamientos comienzan con una charla inicial con el terapeuta, en el que el paciente pone conciencia sobre las razones por las que desea una sesión de Reiki, sobre su estado actual y el estado de bienestar que desea conseguir.

 

Durante la sesión, el paciente se tumba en la camilla, vestido y descalzo, y el terapeuta irá realizando su sesión de Reiki en base a esa charla inicial que ha llevado con el paciente.

Normalmente se suele sentir una gran relajación y el paciente puede llegar a veces a dormirse; no experimentará ninguna clase de dolor. Dependiendo de lo sensible que sea el paciente podrá no sentir nada durante las sesiones, o percibir algún tipo de movimiento energético (calor, frio, cosquilleo…) las liberaciones energéticas no sólo se suceden durante la sesión sino que pueden continuar días después de esta.

 

Recordemos, que no es el terapeuta el que cura o sana nada, el terapeuta simplemente hace de canal de la energía, lo importante es lo que el paciente haga con ella al recibirla.

 

Al finalizar la sesión, el terapeuta y el paciente vuelven a hablar sobre lo ocurrido durante la sesión. El paciente comenta sus experiencias y aprendizaje. Un terapeuta de Reiki rara vez hará comentarios sobre el estado del paciente, ya que no conoce ni debe emitir diagnósticos sobre el estado del paciente; el terapeuta simplemente ayuda a poner conciencia sobre lo ocurrido en la sesión y en qué manera puede ayudarle Reiki a ese estado deseado de bienestar que comentaba al inicio, y como mantenerlo.

¿Y después de la sesión?